Yo creo que aquí, en este lado del charco, la gente se disgusta por dos problemas, el primero: aquellas personas que no les gusta que se le quite nada al juego original, sea la opción más pitera, esa gente se siente como que no está comprando lo mismo, que está comprando otra versión, aunque no le afecte nada al gameplay, para ellos siente que no les están dando el juego original, y la segunda: está la gente que no le gusta la censura.
Es desafortunado que dependamos de lo que a otro país les llega, que dependamos de Nintendo of America, agradecemos que ya se tomen en cuenta la localización de juegos, su traducción, doblaje, etc… pero así como llegaron los beneficios también llegan los maleficios, y nos tenemos que comer toda la porquería pseudo-moralista (en sus diferentes versiones) que en ese país hay, pero que aquí y el resto de latino-américa no se salva de también tener esos pseudo-moralistas.
Sé el acoso que en Japón existe hacia la mujer, y como en todos los lugares se debe tener una lucha constante por erradicarla, pero en ese país tienen un ejemplo de educación que otros quisieran, tal vez ellos saben que censurando estas cosas no necesariamente se combate ese acoso sino que crea más, en vez de crear conciencia en el individuo (hombre o mujer) crean una frustración lo que conlleva a más acosos. La educación es la respuesta NO LA CENSURA, y es lo que no entienden los pseudo-moralistas porque no lo ven, o porque se van por el lado fácil, o ya siendo “conspiranóicos” porque ellos quieren que haya frustración en las personas y se sigan peleando y gastando saliva y esfuerzo por cosas tontas.
Es el lado del charco donde se vive, ni modo, pero aún así nuestra mente debe estar en lo que el juego nos quiere mostrar, para lo que los creadores lo hicieron, y eso no está en bikinis, tamaños de senos, etc… (en ese caso compren un juego que lo que te quieran vender es eso, como el DOA jajaja) porque en este juego sólo es una opción más. Pero aún así, Xenoblades, DOA’s, Fatal Frames, etc etc, todos esos juegos que se le aplican censuras, y no sólo a juegos, sino a otras creaciones, siempre serán el reflejo de una sociedad con una educación muy pobre, como malos padres que creen que pegándoles y quitándole todo a sus hijos serán mejores personas, con lo que están haciendo todo lo contrario.
Compren el juego y diviértanse, si en verdad no les gustó y sienten que derrochan su dinero, también es válido no comprarlo, pues es su dinero y su decisión.